Hospital de Quito

El reto de este hospital situado en una zona de elevado riesgo sísmico fue el realizar tanto el Proyecto como la construcción de todo el hospital en tan solo 2 años. Había que conseguir que el edificio tuviera un comportamiento adecuado frente a sismo y esto hacerlo compatible con una adecuada velocidad de ejecución.

Para ello se decidió, de acuerdo con las Norma Ecuatorianas de Construcción, utilizar un sistema de pórticos rígidos bidireccioales a base de pilares y vigas descolgadas. Este entramado se construía en primera fase con una cuidada planificación de los detalles de armado.

Posteriormente, para los forjados se decidión utilizar un sistema de prelosas colaborantes (de puente) para un vano de 4 metros. Este sistema de prelosas con una celosía exterior era hormigonada en segunda fase, para conferirle el necesario monolitismo en su plano al forjado.

Esta solución es la misma utilizada, con éxito en el Hospital de Guayaquil.